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sábado, abril 19, 2025

A cuatro años de su asesinato, Nazaria Simón Aguilar sigue sin recibir justicia

Una sarta de irregularidades de las autoridades ministeriales ha hecho que el caso de la maestra y taxista, quede impune y la FGE no de una para esclarecer y castigar a los responsables

Puebla, México.- Han pasado cuatro años desde el feminicidio de Nazaria Iraís Simón Aguilar, una profesora de 34 años de edad, que fue asesinada el 24 de septiembre de 2017, cuyo cuerpo apareció en el paraje conocido como “Los Frailes”, perteneciente a la comunidad de San Jerónimo Tecuanipan, y que hasta la fecha no se le ha hecho justicia por parte de la Fiscalía del Estado de Puebla 

De este penoso y triste caso, es importante resaltar que el pasado jueves 4 y lunes 8 de noviembre de 2021, se llevaron a cabo audiencias de desahogo de pruebas, siendo en la última que los representantes de la fiscalía no asistieron sin dar alguna explicación, motivo por el cual el Juez de Control en turno estaría sancionando a dos de los agentes por incurrir en actos de omisión para poder resolver esto que fue calificado como un feminicidio.

Por su parte, la juez en funciones, mandó un informe para multar a las ministeriales que no se presentaron a la segunda parte de la audiencia de desahogo de pruebas, que fue reagendada para el este jueves 11 de noviembre de 2021.

Lo peor del caso, es que la justicia en Puebla es tan dilatoria, que cuatro años no son suficientes para las autoridades darle carpetazo a un atroz asesinato, después de que durante las pesquicias que se llevaron a cabo durante el levantamiento de cadáver de Nazaria, se logró saber que la joven maestra y también taxista por necesidades económicas, fue brutalmente torturada y violada para después privarla de la vida.

Los familiares de Nazaria han visto como el tiempo y la justicia no ha llegado para ella, y es que desde la primera audiencia intermedia que se realizó en octubre de 2020, la parte que representa a los «presuntos asesinos” incumplen con las citas, reagendan y le dan largas al asunto, no le ponen un límite a los presuntos responsables, lo que hace que la justicia desde hace cuatro años y más ahora no sirve, no funciona y pareciera que se beneficia a los que cometen delitos.

Encima de todo, los agentes ministeriales que han incumplido con sus deber de presentarse, se pasan por el arco del triunfo la envestidura de los jueces y las autoridades y, simplemente, no acuden a las citas y dejan que el tiempo pase, y es que para ellos, mientras más se dilate es mejor para que la memoria de la justicia y de la sociedad como de las familias afectadas quede en el olvida, al fin, ya habrá otra “muerta más que atender”, fueron palabras de algunos familiares de Nazaria que están molestos por el actuar de quienes se suponen que deben hacer valer la ley y hacer justicia

La Familia Simón Aguilar y su hijo Jonathan Simón, que se encuentra en estado de orfandad, solicitan nuevamente de corazón al Fiscal, al Gobernador o a las autoridades correspondientes que se dé justicia para Nazaria y para sus familiares, que a cuatro años de su partida no han encontrado el consuelo de su trágica partida.

Los hechos

Dos hechos marcaron el mes de septiembre de 2017, uno de ellos un temblor de 7.1 grados en escala de Richter, que hay que decirlo sacudió con fuerza el suelo mexicano en la zona centro, en el que varios estados de la República resultaron afectados, incluidos Puebla. Hubo centenares de personas que perdieron la vida a consecuencia de ese fenómeno telúrico.

El terremoto obligó a decretar el cierre total de los planteles educativos, por lo que la maestra Nazaria dejo de impartir sus clases en el bachillerato Josefa Ortiz de Domínguez de Tlaxcalancingo, pero eso no la detenía, ya que desde hace tiempo Nazaria conducía un auto de la marca Nissan, tipo March, que usaba como “taxi ejecutivo”, pues de acuerdo con su familia, no le alcanzaba el dinero que ganaba como maestra y buscaba darle una mejor vida a su hijo, que en ese año tenía 12 años de edad.

En la comunidad era conocida, y muchos sabían que podían recurrir a ella para pedirle un servicio pues era la persona más confiable y segura, siempre disponible para los usuarios de su servicio.

Sin embargo, el día de la tragedia, un 24 de septiembre de ese mismo año, es decir de 2017, ella se encontraba con su familia en casa y disfrutando de un merecido descanso, celebraban un momento familiar.

La tragedia

Ese domingo, poco después de la hora de la comida, al padre de Nazaria le surgió un inconveniente y ella lo llevaría a donde tenía que ir. Pero antes de salir con su progenitor, su celular sonó, alguien del otro lado del auricular le solicitó un viaje. Todo parece indicar que se trataba de un viaje rápido y ella podría regresar a su casa a seguir celebrando con su familia.

Incluso, su hijo, Jonathan la esperaría ansioso para comer juntos pastel, por lo que le pidió que no tardara mucho y ella asintió asegurando que sería rápido.

Con base en las evidencias y pruebas encontradas por quienes condujeron en un inicio las investigaciones, lograron establecer que ese día, tres hombres fueron los que solicitaron el servicio, de hecho, se sabe que los sujetos estuvieron pidiendo informes de ella y su número de celular.

Los sujetos fueron identificados con los nombres de José “N”, Pedro “N” y Dylan “N”, quienes al filo de las 19.30 horas de ese domingo, abordaron el auto de Nazaria.

Esa fue la última vez que la vieron con vida, ya que pasó el tiempo y ella no regresaba a su casa. Su hijo molesto por el incumplimiento de su madre, le estuvo marcando a su celular, el cual nunca más contestó.

Ante lo tarde que ya era, cerca de las 23 horas, amigos y familiares fueron enterados de los hechos, por lo que de inmediato se organizaron y así iniciaron la frenética búsqueda de Nazaria, por todos los rincones de Tecuanipan.

Para entonces, ya habían sido notificadas las autoridades de seguridad y ministeriales del caso, pero ellos se negaban a montar un operativo de búsqueda, porque como siempre las respuestas inmediatas de estos servidores públicos no varían: “Seguro se fue con el novio, ya va a aparecer”; “No podemos hacer porque no se han cumplido las 72 horas de rigor para declarar a alguien pérdida”, fueron parte de las respuestas que les dieron y siguieron con su rutina habitual, a seguir sentados sin hacer nada, refiere la hermana de la víctima.

Pese a la rotunda negativa de tomar el caso por parte de las autoridades correspondientes, amigos y familiares continuaron con la búsqueda hasta entrada la madrugada.

La trágica verdad

En un recorrido habitual de vigilancia de policías por varias de las calles del municipio, una patrulla se adentro sobre un camino conocido como #Camino Real”, se trataba de un paraje desolado, frío y oscuro, donde se toparon con el auto de la maestra, notificando de inmediato a sus colegas y a los familiares.

Alrededor de la 01.30 de la mañana, cuando Ariadna, la hermana de Nazaria, se disponía a salir de nuevo para reanudar la búsqueda con todos los demás, sonó su teléfono celular. Era su hermano, quien le dio la trágica noticia cuando según Ariadna éste le dijo: “Ya no la busques porque la tengo enfrente de mí, está muerta. La mataron».

Al sitió llegaron los padres de la víctima que no daban crédito a lo que estaban presenciando, abandonada sobre pastizales estaba el cuerpo de quien fue una excelente maestra, una trabajadora y amorosa madre de un joven de 12 años de edad, quien hoy quedó en el desamparo.

Desde entonces las autoridades recabaron todas las evidencias posibles, para dar con el paradero de los responsables de tan atroz crimen. El dictamen pericial final, determinó que ella fue asesinada por estrangulamiento mecánico por ahorcamiento.

Con el tiempo, las evidencias recabadas en el automóvil de la víctima, permitieron a las autoridades identificar a los probables responsables, que como se dijo al principio, los sujetos abusaron sexualmente de ella de manera brutal y, por igual, la torturaron, para que al último usaran el cordón de una de sus botas para arrebatarle la vida, una vez que habían saciado sus más bajos instintos fisiológicos.

Sin embargo y a cuatro años de distancia, no hay aún un veredicto final, ni una sentencia en contra de quienes se dicen son los culpables de este crimen y le exigen al gobernador Miguel Barbosa su intervención para que este delito no quede impune, tal y como lo ha prometido en muchas de sus conferencias matutinas de prensa cuando trata el tema de feminicidios.

Pues ni la Fiscalía Especializada en Femenicidos de la FGE ha logrado darle descanso en paz a Nazaria y su familia.

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