El también auxiliar de la Notaría número 4 de Huejotzingo ha escriturado más 15 hectáreas a nombre de Alfredo Forcelledo Karam, usando un prestanombres para quitarle el patrimonio a vecinos de esa zona
Ciudad de Puebla (Mex).- Una vez más bajo el imperio de la impunidad en Puebla, el hoy auxiliar de la Notaría número 4 de Huejotzingo, Geudiel Jiménez Covarrubias hace de las suyas y tras varios años ha logrado despojar de sus propiedades a varias familias de la junta auxiliar de Sanctorum, perteneciente al municipio de Cuautlancingo.
Así se dio a conocer, tras la denuncia pública que hicieran varios de los afectados, quienes de manera inmediata pidieron la intervención del gobernador Miguel Barbosa Huerta, con la finalidad de frenar las arbitrariedades que ha cometido este personaje, que por enésima ocasión se ve envuelto en escándalos de esta índole y que junto con sus hijos ha defraudado a decenas de personas como es el caso de las Torres Arcadia Toweras, entre otras propiedades.
Sin embargo, en esta ocasión, las víctimas de despojo manifestaron que desde hace años, el citado notario junto con otros personajes (cómplices) han intentado y logrado despojar de miles de metros cuadrados a sus familias en esa región, con documentos apócrifos como escrituras y otras, así con prestanombres con los que pretende crear supuestos dueños e intimidarlos con recuperar sus tierras, en algunas de ellas hasta invadirlas y cercarlas para impedir tomen o recuperen sus propiedades.
Lo más trágico de esta situación, es que la voracidad con la que opera este notario y su gente no tiene cabida y no les importa si se tratan de personas de la tercera edad, siempre y cuando el terreno les sea útil.
Así, Rafael Saldaña Granda, uno de los afectados por Geudiel Jiménez Covarrubias, fue despojado de 9 mil 500 metros cuadrados y los mismos fueron escriturados, por esa Notaría a nombre de Alfredo Forcelledo Karam, con la presentación de documentos y actas apócrifas.
Recordó que el despojo del cual fue objeto se consumó en el 2003, a través de un contrato privado que, por cierto, la Ley Prohíbe en Puebla y, pese a ello, se realizó con el apoyo de otras autoridades y cómplices del Notario Público de Huejotzingo, motivo por el cual el juicio que se ha extendido hasta hoy día, sin que autoridad alguna haga valer la justicia en este tema.
Con base en la declaración de los afectados durante la conferencia de prensa que ofrecieron en esta semana, indican que Geudiel Jiménez se apoya en personas como prestanombres, en este caso en concreto, fue un tal Maurilio Olivares Flores quien se presentó ante las autoridades competentes para reclamar esos 9 mil 500 metros cuadrados como suyos presentando escrituras falsas con documentos probatorios, por igual falsos, pero avalados por la Notaría número 4 de Huejotzingo, donde Geudiel Jiménez es notario auxiliar.
Pero lo triste de esta situación legal, es que esa misma persona al ver que no podía obtener los 9 mil 500 metros de don Rafael, procedió a despojar de su propiedad a una mujer de la tercera edad de nombre Gloria Mexicano, que es incluso una mujer de escasos recursos que heredó ese terreno de sus abuelos, el predio que cuenta con una superficie total de 30 mil metros cuadrados muy cerca del lugar de don Rafa, fue sacada sin pudor alguno de su jacal echada literalmente a la calle por este sujeto, que con ayuda de policías o supuestos agentes ministeriales, llegó y tiró su humilde morada para después cercar y hacerse de ese terreno.

La mujer que por su edad y por falta de estudios no pudo defenderse, dejó de pelear o exigir le devolvieran sus tierras, las cuales fueron escrituradas a nombre del mismo sujeto, Alfredo Forcelledo Karam, familiar del ahora detenido Jesús Murillo Karam, ex procurador General de la República y Adolfo Karam Beltrán, quien estuvo en la Procuraduría de Justicia de Puebla y también investigado por diversos delitos, pero que hasta ahora ha librado a las autoridades.
Maurilio Olivares ha sido uno de los principales prestanombres que ha usado Geudiel Jiménez para sus actos ilegítimos, de hecho, los afectados aseguran que a eso se dedica, se presta al despojo de bienes y reciben una buena compensación por hacerse pasar como dueño de terrenos, casas, edificios, entre muchos otros bienes y raíces.
Pero el notario, cuyos hijos se mueven en el escándalo y le sigue su paso, se apoya también en otros prestanombres, entre los que figuran uno de apellido Guerrero, Gloria Romero García, Dolores Contreras, Maura Morales García y Alfredo Forcelledo, quien también se ha prestado a las mismas andanzas, aunque el llega a ser uno de los más beneficiados de toda esta gama de actos de corrupción.
De acuerdo con los afectados, el modus operandi es presentar a uno de estos cómplices como legítimo dueño y proceder supuestamente por la vía legal, siendo el común denominador que todos los documentos y escrituras son validadas y elaboradas en la Notaría número 4 de Geudiel Jiménez Covarribias, que gracias a su influyentísimo, ha logrado que jueces de la región lo protejan y estos a su vez se vean por igual beneficiados con una parte terrenal, es decir, en especie o, en su defecto, con dinero de la venta que se tenga de la misma.
Parte de la Historia
Las víctimas de Geudiel Jiménez tienen casi ya 20 años de estar peleando por sus tierras, de ahí que piden la intervención del gobernador Miguel Barbosa, sobre todo ahora, que éste señaló en varias de sus ruedas de prensa que no permitirá el abuso de los notarios.
Pues bien, hay que recordar que no hace mucho un supuesto grupo de comuneros intentó de alguna manera reclamar a la armadora alemana Volkswagen los terrenos en los que se asienta, argumentando que eran los legítimos dueños de esas tierras.
Pero la pregunta estriba en qué motivo a ese grupo de personas a pedir algo semejante. De entrada, señalaron que los terrenos colindantes con la planta armadora y los que circundan por el viejo camino a San Lorenzo Almecatla de un lado y del otro de la autopista se convirtieron en tremendo botín para muchos depredadores, luego de enterarse que mucha gente había dejado intestado sus propiedades o simplemente el valor catastral se había disparado por las nubes a la llegada de la planta automotriz a la región.
Así, los dueños que ocupan esos terrenos desde entonces y que han pasado el mismo a sus hijos, se han visto envueltos en muchas tropelías de vivales que los quieren despojar de sus terrenos con toda clase da argucias legales.
Pero no fue sino hasta los años ochenta del siglo pasado, que actores como Geudiel Jiménez Covarrubias encontraron la manera de hacerse de propiedades, terrenos, viviendas en general y hasta autos y toda clase de bienes y raíces.
Su modus operandi fue soportado por una gama de personas, que, desde las altas esferas del poder judicial, principalmente, ejecutivo y legislativo, se armó la mafia que hasta ahora ha logrado hacerse de muchos terrenos. De entrada, los afectados señalaron que, en el caso de Cuautlancingo, en la citada junta auxiliar, se establecieron empresas y naves industriales a granel, gracias al despojo de las tierras de los campesinos de la zona para favorecer a la panta armadora, por el auge que ésta representa hasta nuestros días.
En todos los casos, los prestanombres sólo acuden a las tierras que van a despojar y se presentan con sus legítimos dueños en sus hogares o propiedades, pero cuando son llamados para comparecer ante las autoridades y demostrar su legítima propiedad, nunca lo hacen, sólo acuden los compradores de esos bienes.
“Casualmente nunca comparece el supuesto propietario, nunca comparece en la Notaría; comparecen para protocolizar solo los compradores. Por eso este contrato no tiene validez porque no hay consentimiento de la identificación de la persona que vende, ni hay forma de corroborar que efectivamente es el propietario”, explicó Pedro Rafael Saldaña a los medios de comunicación.
Cuando los presuntos comuneros pretendían adueñarse de terrenos alrededor de la planta como supuestos propietarios, la armadora logró en su momento destrabar el conflicto, haciendo que el citado grupo se separar y se formaran dos asociaciones, la segunda de ellas dejó de ser comuneros y se formó como legítimos propietarios, así se hacían pasar, con actas apócrifas de supuestos actos de herencia de abuelos o abuelas.
Pero pese a la división de este grupo, los documentos apócrifos con los que se presentan los integrantes de uno u otro grupo, que se pelean terrenos ajenos, son por igual avalados o escriturados en la Notaría número 4 de Huejotzingo, donde Geudiel Jiménez Covarrubias es notario auxiliar.
Muchos de esos terrenos, el citado notario los sigue escriturando también a favor de Alfredo Forcelledo Karam, otros salen a favor de los prestanombres, pero la mayoría de ellos al familiar de los ahora detenidos e investigados por la justicia.