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jueves, noviembre 21, 2024

Los estudiantes tienen la palabra

Las crecientes protestas en Estados Unidos y Europa contra la guerra en Gaza recuerdan el papel histĆ³rico de los estudiantes en el devenir polĆ­tico de los paĆ­ses. ĀæCuĆ”l es la situaciĆ³n de los movimientos universitarios en AmĆ©rica Latina? ĀæEstĆ”n a la altura del momento que vive el subcontinente?

Por Grisha Vera / Connectas

Como suele ocurrir con los acontecimientos polĆ­ticos, las escenas de las protestas universitarias de las Ćŗltimas semanas llevaron a los medios a rememorar el legendario ciclo de 1968. Entonces, estudiantes de Estados Unidos y Europa protestaban, entre otras muchas cosas, contra la guerra de Vietnam.

Esa ola tambiĆ©n tuvo sus expresiones en AmĆ©rica Latina, influenciadas en buena parte por los ideales de los dos grandes polos de la Guerra FrĆ­a. En 1968 se registraron protestas importantes en Brasil, MĆ©xico y Uruguay. ā€œEn vĆ­speras de la celebraciĆ³n de los XIX Juegos OlĆ­mpicos en Ciudad de MĆ©xico, el 2 de octubre fueron masacrados estudiantes por la fuerza pĆŗblica en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. La identidad de los perpetradores, asĆ­ como el verdadero nĆŗmero de vĆ­ctimas, no han sido esclarecidas hasta la actualidadā€, reseƱa el libro Movimientos estudiantiles en AmĆ©rica Latina, interrogantes para su historia, presente y futuro, de NicolĆ”s Dip.

Hoy, los contextos son distintos. Tras las protestas en al menos 60 centros educativos de Estados Unidos, estudiantes de la Universidad AutĆ³noma de MĆ©xico tambiĆ©n se plantaron en su campus para pedir a su gobierno cortar relaciones diplomĆ”ticas con Israel. Y apenas unos dĆ­as antes, en el polo opuesto del continente, los estudiantes argentinos salieron a las calles de Buenos Aires, junto a sindicatos y otras organizaciones sociales, a defender la educaciĆ³n universitaria pĆŗblica y gratuita.

Sin embargo, desde finales del siglo XX, se debate sobre la verdadera vigencia y protagonismo de los movimientos estudiantiles en la polĆ­tica y cultura latinoamericana. Algunos reclaman la pasividad de las nuevas generaciones frente a un contexto convulso de guerras, revoluciĆ³n tecnolĆ³gica y avances del autoritarismo. ā€œSon problemas ciertamente muy relevantes, pero con los cuales los movimientos estudiantiles en AmĆ©rica Latina, tengo la impresiĆ³n, no estĆ”n teniendo una relaciĆ³n muy directaā€, comenta Juan Sandoval, profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de ValparaĆ­so. 

Pero ademĆ”s, como en el caso de Argentina, los universitarios enfrentan problemas locales apremiantes, como las polĆ­ticas contrarias a la educaciĆ³n pĆŗblica de Javier Milei. Guadalupe Seia, doctora en Ciencias Sociales e investigadora de los movimientos estudiantiles, comenta: ā€œParticularmente acĆ” en Argentina, si bien ha habido movilizaciones en apoyo a la causa palestina y contra las acciones del Estado de Israel, mĆ”s vinculados a sectores de izquierda que a veces confluyen con universitarios, no se ha logrado movilizar a la comunidad universitaria, porque bĆ”sicamente estĆ” en duda la supervivencia de las universidadesā€.

Para Sandoval, los movimientos latinoamericanos estarĆ­an desconectados de las causas globales por la mercantilizaciĆ³n que han experimentado las sociedades de la zona, la masificaciĆ³n de la educaciĆ³n universitaria y los cambios de valores e intereses de las juventudes. ā€œEntonces eso tambiĆ©n hay que ponerlo en perspectiva. Efectivamente en AmĆ©rica Latina hubo alguna influencia del discurso internacional contra las dimensiones coloniales, que estaban muy influenciadas por la izquierda latinoamericana. Pero ese tipo de discurso hoy dĆ­a tiene una influencia mucho menor en el sentido comĆŗn de los jĆ³venesā€.

Los movimientos estudiantiles de hoy

En la Ćŗltima dĆ©cada, las protestas estudiantiles en Chile, Colombia, Nicaragua y Venezuela estuvieron en la mira internacional por la represiĆ³n de sus gobiernos y el grado de violencia que alcanzaron. Esas grandes protestas tuvieron como comĆŗn denominador que respondĆ­an solo a las demandas locales. ā€œLos hitos del movimiento estudiantil de los Ćŗltimos 20 aƱos han sido nacionales y muy directamente provocados, al menos en su inicio, por causas sectoriales. Es decir, por temĆ”ticas que afectan a las familias de los estudiantesā€, comenta Sandoval.

Seia advierte que estos movimientos no deben entenderse como si fueran homogĆ©neos, ya que tienen diferencias importantes incluso en cada paĆ­s segĆŗn su capacidad organizativa, relaciones con el poder y orientaciones ideolĆ³gicas. Por ejemplo, explica que, en Argentina, y en varios paĆ­ses del Cono Sur, desde la Reforma Universitaria de 1918, los estudiantes tienen una estructura organizacional jerĆ”rquica y compleja. Pero que en otros paĆ­ses como MĆ©xico se autoconvocan y organizan en los momentos de crisis.

El nicaragĆ¼ense Lesther AlemĆ”n, lĆ­der universitario desterrado por el rĆ©gimen, explica que en su paĆ­s predominaba una representaciĆ³n controlada por el Frente Sandinista. ā€œEn un primer momento la UniĆ³n Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNED) fue organizada con el espĆ­ritu de hacer de las universidades un espacio para garantizar la autonomĆ­a universitaria posterior a la guerra nacional entre el sandinismo y la contra. Este brazo estudiantil se tergiversĆ³ ya que se convirtiĆ³ en una entidad de represiĆ³n, de extorsiĆ³n y de adoctrinamiento dentro de los recintos estudiantilesā€.

Pero en 2018 hubo un quiebre y los estudiantes se autoconvocaron para protestar contra las reformas al sistema de seguridad social. A ellos se sumaron otros jĆ³venes y diversos sectores de la sociedad durante casi dos meses de protestas que impulsaron la creaciĆ³n de la Alianza Universitaria NicaragĆ¼ense. ā€œTrabajamos de cara a hacer un movimiento con estudiantes y jĆ³venes de otros sectores con un perfil polĆ­tico, porque nosotros comprendimos que habĆ­a mĆ”s necesidades en el paĆ­s, no Ćŗnicamente las del presente y futuro inmediato en espacios dentro de nuestros recintos, sino una demanda mĆ”s nacional: la libertad del paĆ­s, la democracia, la tolerancia, la construcciĆ³n de paz y de justiciaā€. Hubo muertos, presos y desterrados. Sin embargo la Alianza, confirma AlemĆ”n, sigue operando desde el exilio y la clandestinidad.

En Venezuela, el movimiento estudiantil se ha caracterizado por liderar protestas contra los gobiernos chavistas. En 2024, en el contexto de las elecciones presidenciales se han pronunciado a favor de los candidatos unitarios de oposiciĆ³n, han increpado al Consejo Nacional Electoral sobre la efectividad y transparencia del proceso electoral. Incluso se comprometieron a impulsar el registro de los mĆ”s jĆ³venes.

MĆ”s allĆ” de la amplitud de sus causas, los expertos coinciden en que los movimientos estudiantiles han desempeƱado un papel importante en las movilizaciones de sectores mĆ”s amplios de la sociedad y en este contexto han logrado sus conquistas. ā€œEl movimiento estudiantil chileno, por ejemplo, en los Ćŗltimos 10 aƱos jugĆ³ un rol extraordinariamente relevante en dinamizar la polĆ­ticaā€, argumenta Sandoval. Y aƱade: ā€œel presidente de la RepĆŗblica y su ministra polĆ­tica vocera fueron los presidentes de la FederaciĆ³n de Estudiantes de la Universidad de Chile en los aƱos 2011 y 2012, respectivamenteā€.

Sandoval agrega que los movimientos universitarios tambiƩn constituyen espacios de aprendizaje para las estructuras polƭticas que luego pueden derivar en la militancia de partidos polƭticos u otras formas de movimientos sociales.

En Venezuela, Argentina y MĆ©xico tambiĆ©n es evidente esta situaciĆ³n. Por ejemplo, en este Ćŗltimo, la candidata favorita para las prĆ³ximas elecciones presidenciales militĆ³ en los movimientos estudiantiles. Sin embargo, Seia advierte que no se debe perder de vista que estas representaciones tienen su grado de autonomĆ­a, ni pensar que todos los polĆ­ticos comienzan sus carreras en la representaciĆ³n de movimientos estudiantiles.

Sandoval apunta que ademĆ”s esos movimientos dinamizan el debate ideolĆ³gico. ā€œEsto es especialmente claro en el caso de los progresistas y de izquierda. Por ejemplo, supusieron la incorporaciĆ³n de un conjunto de contenidos como el feminismo o los movimientos medioambientalesā€. Seia coincide y recuerda que las estudiantes de Argentina y Chile fueron un actor clave en las protestas feministas de 2018.

Como concluye el libro de Dip, el impacto que logren los movimientos estudiantiles en AmĆ©rica Latina dependerĆ” de su poder para articularse con otras organizaciones polĆ­ticas y sociales. ā€œPoco podemos prever respecto de lo que concretamente va a suceder en el futuro estudiantil en los distintos paĆ­ses de la regiĆ³n. La frontera que separa lo educativo y lo gremial de lo polĆ­tico es siempre tenue y, al mismo tiempo, los movimientos estudiantiles son imprevisiblesā€.

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