Por RocĆo GarcĆa Olmedo
En estos dĆas que nos recuerdan la etapa histĆ³rica del estallamiento del movimiento revolucionario en MĆ©xico, obligado no olvidar con la llegada de la primera mujer presidenta de la RepĆŗblica la reflexiĆ³n de Claudia Steinem que menciona: āNuestra victoria no es una narraciĆ³n personal, sino una carrera de relevos. Cuando la primera de muchas mujeres diversas gane el mĆ”s alto de los cargos democrĆ”ticos, subirĆ” los escalones tallados por otras mujeres antes que ella.ā
Enorme el significado de esta reflexiĆ³n que nos permite visibilizar los cientos de aƱos de esfuerzo constante para la llegada de las mujeres a esa y a las diversas posiciones que hoy ocupan en el Ć”mbito pĆŗblico y privado.
TambiĆ©n, nos permite visibilizar que de a poco en poco se ha rescatado el papel relevante que en las diversas etapas de la vida nacional han tenido las mujeres, su pensamiento y su acciĆ³n.
Carmen SerdĆ”n fue una de muchas de ellas que se entregaron a la preparaciĆ³n del movimiento revolucionario en MĆ©xico, cada una desde sus trincheras y echando mano de las oportunidades que en aquella Ć©poca podĆan, muchas de manera discreta, pero siempre, de forma contundente.
āMarcos Serratosā su sobre nombre fue una mujer con plena conciencia de que, en 1910, el paĆs requerĆa de manera urgente de un cambio social porque las condiciones de vida de una amplia mayorĆa eran miserables y vive -junto con su familia- la censura y persecuciĆ³n del rĆ©gimen de aquella Ć©poca por āpensar diferente a don Porfirioā.
Ella fue cabeza de un grupo de arriesgadas mujeres entre las que se encuentran su madre, doƱa Carmen SerdĆ”n Alatriste; su hermana, Natalia SerdĆ”n; Filomena Del Valle, cuƱada y esposa de Aquiles y las hermanas Guadalupe, Rosa y MarĆa NarvĆ”ez Bautista, conocidas como las socias de Carmen SerdĆ”n. Todas ellas, inteligentes y audaces damas de la sociedad poblana.
Su presencia en el movimiento revolucionario fue definitiva para que estallara la RevoluciĆ³n en el sitio de Puebla, pero tambiĆ©n para que las ideas maderistas de no reelecciĆ³n se extendieran no solo en nuestra entidad poblana, tambiĆ©n en otras regiones del paĆs gracias a las cartas y correos de los clubes feministas.
Ella, como muchas otras mujeres que poco a poco van saliendo a la luz, sus nombres y sus aportaciones a este movimiento social, pelearon al lado de los hombres y abrieron el camino en un tiempo en el que la responsabilidad polĆtica era cosa de hombres.
El camino abierto por esas mujeres adelantadas a su tiempo permite en la historia actual que tambiĆ©n motivadas por ideales de justicia y derechos, las mujeres que van alcanzando los mĆ”s altos cargos democrĆ”ticos, construyan su lugar en la historia sin olvidar, que cuando van alcanzando espacios, su victoria āno es una narraciĆ³n personalā, es una carrera de relevos, estĆ”n subiendo ālos escalones tallados por otras mujeres antes que ellas.ā
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Palabra de Mujer Atlixco
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